Editorial 8 Tips para un Desahogo Social por Eloi Alfau

Editorial del Día

“La vida es una sola… y la ciudad también”

En Santo Domingo Norte, el valor del ciudadano no puede seguir medido por su capacidad de aguantar. Aguantar basura acumulada, calles destrozadas, barrios olvidados y una alcaldía que brilla más por su indiferencia que por sus soluciones. El ciudadano vale porque trabaja, paga impuestos, sueña, se sacrifica y aún con todas las limitaciones, no abandona su tierra.

Pero duele lo amargo: ¿de qué sirve un ayuntamiento si sus barrios parecen condenados al abandono? Las promesas electorales se derriten con el sol y el pueblo sigue caminando entre charcos, apagones y basura. La vida es una sola, y no vinimos a este mundo a vivir en el descuido oficial ni en la indiferencia de quienes juraron representarnos.

Lo más dulce está en la gente: el vecino que se organiza, el joven que estudia aunque falte la luz, la madre que sigue criando con dignidad en medio del polvo y la precariedad. Ellos son el verdadero rostro de Santo Domingo Norte. Ellos merecen más.

Por eso hoy gritamos ocho verdades:

El tiempo perdido en la indiferencia municipal no regresa.

Las malas gestiones dejan cicatrices en los barrios.

Amar esta comunidad es más que un discurso político.

La salud de la gente empieza en calles limpias y seguras.

La felicidad también se mide en servicios básicos.

El presente exige soluciones inmediatas, no excusas.

Cada ciudadano merece respeto, no abandono.

La fragilidad de la vida nos recuerda que no hay tiempo para esperar.

La vida es una sola… y Santo Domingo Norte también. No se trata de discursos, se trata de acciones. Los barrios no pueden esperar otro período electoral, porque la dignidad no se negocia y la paciencia del pueblo tiene límite.

Respondiendo dudas sobre este tema:

1. ¿Por qué reclamar ahora y no esperar?
Porque la vida es una sola y el tiempo perdido no regresa. Los barrios no pueden esperar otro período electoral para tener dignidad.

2. ¿Qué significa realmente amar una comunidad?
Amar la comunidad no es dar discursos, es resolver lo básico: calles limpias, agua, luz, seguridad. El amor se demuestra con hechos, no con palabras.

3. ¿Hasta dónde llega la paciencia del pueblo?
La paciencia llega hasta donde empieza la indignación. Y cuando el pueblo se cansa, habla fuerte. Santo Domingo Norte ya no pide favores, exige respeto.

La vida es una sola… y Santo Domingo Norte también. No se trata de discursos, se trata de acciones.

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