Indignación en redes: diputado del PRM reparte 4 huevos y una mano de guineo en San José de Ocoa
San José de Ocoa. – Un video que circula en las redes sociales ha desatado una ola de indignación nacional. En él se observa al diputado Ángel Pire (@angelpirediputado), representante de San José de Ocoa por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), entregando a ciudadanos cuatro huevos y una mano de guineo como supuesto gesto de ayuda social.
La escena, que rápidamente se volvió viral, ha sido interpretada como una muestra del deterioro de la política social y económica en la República Dominicana, donde en vez de políticas públicas sostenibles se repite el viejo clientelismo de limosnas disfrazadas de solidaridad.
Usuarios en redes sociales cuestionan: “¿Cómo es posible que un legislador reduzca la dignidad del pueblo a 4 huevos y una mano de guineo?”. Para muchos, este episodio no solo representa el desprecio a la inteligencia ciudadana, sino también un símbolo del rumbo que lleva el país, con un gobierno incapaz de garantizar seguridad alimentaria ni un futuro digno para los más pobres.
Críticos señalan que estas prácticas son el reflejo de un Estado cada vez más debilitado, donde la inflación, la crisis agrícola y la falta de planificación hacen temer un panorama de hambruna silenciosa. El gesto de Ángel Pire se convierte en metáfora de un modelo político que, lejos de apostar al desarrollo, “apaga fuegos” con migajas para calmar momentáneamente el hambre de comunidades enteras.
Mientras tanto, la indignación crece. Analistas advierten que si no se detiene esta forma de gobernar, el país podría entrar en un callejón sin salida, donde la ciudadanía no solo pierde poder adquisitivo, sino también su confianza en la clase política.
La República Dominicana no necesita cuatro huevos y una mano de guineo: necesita empleos dignos, políticas agrícolas eficientes, salarios justos y gobernantes responsables. Lo contrario es seguir alimentando un futuro de dependencia y miseria.
Caos en AILA: una falla eléctrica que desnuda la fragilidad institucional
Este domingo por la mañana el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) quedó sin energía eléctrica en su edificio terminal, generando pérdidas monetarias, retrasos, frustración de cientos de viajeros y un golpe serio a la imagen del país. Listín Diario+3El Nacional+3Listín Diario+3
La empresa concesionaria del aeropuerto, Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), dijo que a las 9:18 a.m. una seccionadora interna falló, lo que dejó sin luz el edificio terminal. El Nacional+2Listín Diario+2
Mientras tanto, el campo aéreo y la torre de control sí mantienen operaciones gracias a sistemas de respaldo. El Nacional+2Periódico elCaribe+2
¿Quién tiene responsabilidad?
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Aerodom reconoce que es un problema interno al aeropuerto, y descarta que el apagón haya sido ocasionado por la red eléctrica pública. El Nacional+2Periódico elCaribe+2
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Edeeste (la distribuidora eléctrica del Este) emitió un comunicado diciendo que no es responsable del corte, pues el servicio del aeropuerto "no está bajo su responsabilidad operativa". Periódico elCaribe
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El Departamento Aeroportuario ha ordenado una investigación para esclarecer causas y responsabilidades. Periódico elCaribe
Las consecuencias inmediatas
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El edificio terminal quedó sin capacidad para procesar pasajeros: migración, facturación, embarques, etc., paralizados. Listín Diario+2Listín Diario+2
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Viajeros varados, mayor estrés logístico y pérdidas de tiempo y dinero.
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Algunos vuelos fueron desviados a otros aeropuertos. Periódico elCaribe+1
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Aerodom incluso recomendó a quienes tienen vuelos programados no dirigirse al aeropuerto hasta que el servicio eléctrico sea restablecido. Listín Diario
El contexto: ¿No es sólo un apagón, sino un síntoma?
Fallas de este tipo no ocurren en el vacío. Revelan fallas más profundas:
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Infraestructura crítica fragilizada: que un aeropuerto internacional, punto vital de conexión, logístico y económico, se vea afectado por un problema interno eléctrico sugiere que los mantenimientos preventivos, inversiones en respaldo, protocolos de contingencia pueden estar descuidados.
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Responsabilidad diluida: concesionarios, empresas eléctricas, instancias gubernamentales. Cada uno se lava las manos ante el otro, mientras el afectado es el ciudadano viajero.
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Imagen internacional comprometida: para un país que depende en parte del turismo, de los vuelos internacionales, etc., este tipo de incidentes alimenta la idea de que los servicios públicos no son fiables.
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Gestión política: este tipo de imprevistos se convierten en munición para la oposición. Los ciudadanos golpean, exigen respuestas y resultados. En concreto, para el gobierno del PRM, ya presente críticas de ineficiencia, este apagón refuerza la narrativa de que no se está gobernando con eficacia.
Evaluación crítica del gobierno PRM
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Proactividad vs. reactividad: La respuesta del gobierno ha sido reactiva: investigar después del hecho, aclarar responsabilidades, mientras miles han sufrido. ¿Por qué no se anticipó? ¿Por qué no hay un plan sólido de respaldo continuo?
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Promesas vs. realidades: En campaña o en años anteriores, muchas promesas de mejoras en infraestructura, servicios públicos, confiabilidad eléctrica. Pero cuando se mide en la práctica, se detecta que esas promesas no se traducen en mejoras tangibles para el usuario final.
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Uso de intermediarios (concesionarios): El modelo concesión puede funcionar, pero también puede servir de excusa para diluir responsabilidades. ¿Hasta qué punto el Estado supervisa que Aerodom cumpla con estándares adecuados?
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Costos sociales y económicos invisibles: No solo pérdidas materiales inmediatas, sino pérdida de tiempo, frustración, confianza, que se acumulan y terminan convirtiéndose en un desgaste institucional difícil de medir, pero real.
Conclusión / llamado
El apagón en AILA es más que un incidente aislado. Es un espejo que refleja un país con problemas no resueltos en infraestructura crítica, con políticas públicas que prometen pero rara vez prevén, y con una administración pública que aún no logra generar confianza plena. Si el PRM quiere dejar marca, necesita más que discursos: garantías reales de que este tipo de fallas dejarán de ocurrir.
El aeropuerto sigue siendo la puerta de entrada al país. Que esa puerta no se caiga por falta de luz es responsabilidad directa de quienes gobiernan.
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